8 de diciembre de 2006

Mi bohemia

Marchaba con los puños en mis bolsillos rotos,
mi abrigo también se volvía ideal,
bajo el cielo Oh! Musa era tu fiel devoto,
Oh! lá lá cuántos amores pude imaginar.

Tenía un amplio agujero mi único pantalón,
desgranaba pulgarcito soñador,
rimas, y mi albergue era la Osa Mayor,
el frú frú de las estrellas era la canción.

Que escuchaba, sentado al borde, de los caminos,
en las otoñales noches en que el rocío,
con sus gotas refrescaba mi frente,
dándome como el vino su vigor.

Y rimando en medio de fantásticas sombras,
estiraba como si fuesen liras las gomas,
de mis zapatos malheridos,
a tan sólo un pie de mi corazón.

A. Rimbaud (1870)

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